Capítulo 1. La Biblia: La Palabra de Dios
Salmos 19:7-11
7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel,
que hace sabio al sencillo.
8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro,
que alumbra los ojos.
9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad,
todos justos.
10 Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado;
Y dulces más que miel, y que la
que destila del panal.
11 Tu siervo es además amonestado con ellos;
En guardarlos hay grande galardón.
La Biblia es la Palabra exhalada de Dios, la cual fue transmitida y revelada a más de 30
diferentes escritores que vivieron en diferentes épocas y condiciones, sin
embrago, los 66 escritos armonizan, por lo cual, tal unidad demanda un solo autor: Dios Todopoderoso, y trata de un
solo asunto: La persona y obra de nuestro Señor Jesucristo. Fue escrita en
3 idiomas (hebreo, griego y arameo) y cubre un periodo de 1600 años.
La palabra “Biblia”
viene del vocablo griego “Biblos”
que significa “Libros”.
En realidad, la Biblia es una compilación de
libros, mismos que ya reunidos forman toda una enciclopedia que trasciende
fronteras, culturas y épocas.
Un
poco de historia
Cuando el pueblo
hebreo toma la Tierra Prometida, había un pueblo muy culto y literato conocido
como los fenicios, el cual llevó el
alfabeto cananeo a Grecia, es por eso que la lengua griega es hija del cananeo.
Nota: El alfabeto cananeo tiene 22 letras, el
griego 24. Es importante saber que las comas, la separación
de capítulos y otros elementos no forman parte de los escritos antiguos, sino
se usaron para una mejor comprensión.
Los griegos tomaron
el alfabeto cananeo, pulieron y estilizaron las letras y formaron lo que
conocemos como el alfabeto griego.
El idioma cananeo
fue tan influyente que inspiró tanto a los hebreos como a los griegos para
fundar sus respectivas lenguas.
El Antiguo Testamento
fue escrito en idioma paleo-hebreo
(cananeo primitivo y base del idioma actual), pero Esdras lo refinó a un hebreo arameizado (la lengua aramea era la lengua
oficial de los babilonios, misma que impusieron al pueblo judío durante el
exilio <<ver Daniel 1:1-4>>). Posteriormente se
tradujo al griego.
Cuando aparece el
Señor Jesucristo, tuvo que aprender el idioma arameo galilaico ya que esta era la lengua nativa de su época, pero
además hablaba el griego jónico, ya
que era el idioma internacional impuesto por el imperio griego, gobernante en
turno.
Es importante
entender que en la antigüedad no existía una institución que regulara la
pronunciación y escritura de las diferentes lenguas (como
la actual Real Academia de la Lengua Española),
por lo cual en cada idioma o lengua existían modismos o regionalismos y es por
ello que nos encontramos con que en el idioma arameo existían diferentes
modalidades, asimismo como los vemos en cualquier otro idioma.
Esdras cambió
algunas letras cananeas por arameas y estas resultaron ser el hebreo moderno.
La diferencia de
pronunciación entre el hebreo y el arameo era mínima, como por el ejemplo, el
español y el portugués en nuestro tiempo.
El hebreo de hoy es
un hebreo moderno que ya contiene reglas de escritura y pronunciación, no así
el paleo-hebreo (hebreo primitivo). Este, se logró conservar en cierta manera
debido a que los altos grados de erudición y sacerdocio (coanín o sacerdotes y
los levitas) lo siguieron manejando dentro de las actividades realizadas en el
templo.
¿Qué
material se usó para escribir los Escritos Sagrados?
El papiro fue uno de
los primeros materiales que se usó para escribir los primeros escritos. En
Éxodo 2:3 se menciona que el material con que se construyó la canasta que le
salvó la vida a Moisés, era papiro.
Papiro. (Del lat. papȳrus, y este del gr. πάπυρος). m. Planta vivaz, indígena de Oriente, de la familia de las Ciperáceas,
con hojas radicales, largas, muy estrechas y enteras, cañas de dos a tres metros de altura y un decímetro de grueso,
cilíndricas, lisas, completamente desnudas y terminadas por un penacho de
espigas con muchas flores pequeñas y verdosas, y toda ella rodeada de brácteas
lineales que se encorvan hacia abajo, como el varillaje de un paraguas. || 2. Lámina sacada del tallo de esta planta y que empleaban
los antiguos para escribir en ella.
Para
más información acerca del papiro ver: http://www.artesanias-egipcias.com.ar/Descripcion_usos_papiro_en_Egipto.htm
El
papiro fue inventado por los egipcios (esta planta es propia de la
ribera del río Nilo), el cual se fabricaba realizando un entramado con filamentos pegajosos que se extraían del interior de
los bejucos del papiro (planta), los cuales se golpeaban con un mazo para
unirlos. Posteriormente se usaba una compresa para formar la hoja de papiro.
Una
desventaja del papiro es que era una hoja muy débil y su duración era de 6
meses aproximadamente y no se podía escribir por ambos lados.
Egipto
era el exportador mundial de papiros y ellos formaron la biblioteca más grande
(con un millón de ejemplares) de papiros; sin embargo, había una ciudad llamada
Pérgamo (ciudad griega de Asia
menor), que estaba regida por el rey Átalo
I (269-197 a. C.) el cual tomó la iniciativa de formar una biblioteca similar a la de Alejandría, Egipto.
Al
darse cuenta los egipcios (gobernados por el rey Tolomeo I) de dichos planes,
dejaron de proveerle a Pérgamo la materia prima (papiros), por lo cual el rey
Átalo, ordenó que se inventara una nueva forma de material para escritura,
obteniendo el pergamino a partir de pieles de ovejas, terneros o cabras,
superando éste al papiro, recibiendo el nombre de “pergamino” por la ciudad que le vio nacer, Pérgamo.
El
pergamino era mucho más costoso pero era mucho más duradero. El Antiguo Testamento
y gran parte del Nuevo Testamento fueron escritos en papiros y en pergaminos.
La tinta que
se usaba para escribir era el hollín de las paredes de los hornos, la cual era
una grasita negra y polvo o ceniza que se mezclaba con agua.
Si
el escriba se equivocaba, no tenía manera de borrar pero tampoco podía destruir
el séfer o rollo ya que en él había sido escrito el nombre del Eterno Dios, por
lo cual procedía a guardarle (es por ello que se han encontrado tantos
fragmentos antiguos incompletos)
El séfer es el rollo
de papiro o pergamino que aún se usa en las sinagogas.
¿Por qué tantas
traducciones o versiones?
Toda
traducción de les Escritos Sagrados no es más que un acto hermenéutico de
interpretación. Es de suma importancia comprender que no existe una traducción
perfecta.
Los
lingüistas y estudiosos en idiomas consideran que al realizar una traducción de
una lengua moderna a otra moderna (por ejemplo, del inglés al español) se capta
solo el 85% en la intencionalidad de la lengua interpretada, perdiéndose un
15%; qué decir de una traducción de una lengua muerta a una moderna.
Nota: Toda lengua o
idioma es la expresión mental de una cultura.
Existen
tantas versiones de Biblias debido a que cada
autor de las mismas, tienen diferentes posturas con respecto a las
Escrituras, pero muchas veces estas interpretaciones son más SUBJETIVAS que
OBJETIVAS. Es por ello que se recomienda usar diferentes tipos de versiones
para el estudio de la Biblia ya que al emplear una sola traducción podemos caer
en serios errores de interpertación.
Copias Antiguas
Existen
3 textos principales que se han preservado, mismos que posiblemente son copias
que se hicieron de los manuscritos originales:
- El Códice Sinaítico. Un códice (primer libro compilado) de la Biblia griega, perteneciente al siglo IV, mismo que fue adquirido en la extinta URSS por Gran Bretaña en 1933 y que ahora se encuentra en el Museo Británico.
- El Códice Alejandrino. Probablemente escrito en el siglo V y que ahora se encuentra en el Museo Británico. Contiene toda la Biblia griega a excepción de 40 hojas del mismo que se perdieron.
- El Códice Vaticano. Este se encuentra en la biblioteca Vaticana en Roma. Contenía originalmente toda la Biblia, pero algunas partes se han perdido. Fue escrito aproximadamente en el siglo IV.
Analizando versiones
La septuaginta. Es
una traducción de las Escrituras hebreas del AT al griego hecha en Alejandría
cerca del año 250 a. C.
La peshitta o siríaco. Es
una traducción de toda la Biblia, la fecha es incierta (I o II siglo), es una
traducción a la lengua común de ciertas partes de Siria.
La Vulgata. La
Biblia completa, traducida al latín por Jerónimo en Belén. Completada cerca del
año 400 d. C. Por mil años fue la Biblia usada por la iglesia católica romana.
El Texto Masorético. Es
una edición de las Escrituras hebreas (AT) desarrollada por eruditos judíos del
año 500 a 950 d.C., en la cual los puntos en la vocales fueron introducidos por
primera vez en el texto hebreo consonántico (de solo consonantes).
Siendo
la Versión Reina Valera la más
aceptada por la cristiandad desde hace muchos años atrás, es una de las que nos
han entregado gran parte de la esencia del mensaje divino, no obstante, sigue
siendo una traducción y por lo tanto presenta
algunos errores que podemos subsanar empleando o apoyándonos en otras
traducciones fieles.
Lo
perfecto solo lo encontraremos en los Escritos originales, tomando en
consideración que los “originales” no
son más que la copia de una sucesión de copias (esta fue la labor de los
copistas de la época primitiva); es decir, no existen originales, sino copias
muy antiguas que se han logrado conservar y resguardar en diferentes
instituciones y universidades.
La
traducción del Nuevo Mundo (Testigos
de Jehová) presenta errores graves de traducción debido a que la interpretación
de los Escritos Sagrados se limita a su propia traducción, en lugar de depender
de un profundo análisis lingüístico, exegético y hermenéutico.
Por
poner un ejemplo, esta secta menciona que Jesucristo, por ser Hijo de Dios, es
un ser CREADO, ya que ellos toman la
expresión “Hijo de Dios” de forma
literal en lugar de tomarla de acuerdo al contexto del lenguaje en el que fue
escrito. Veamos:
Mateo 4:3 “Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres
Hijo (HUIOS) de Dios, di que estas
piedras se conviertan en pan.”
Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los
que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos (TEKNON) de Dios”
Desde
la etimología de las palabras, ya tenemos dos cosas totalmente distintas con
significados distintos.
HUIOS se
usa casi exclusivamente para referirse a Jesús y quiere decir que, por ejemplo,
un par de gemelos nacen exactamente el mismo día y a la misma hora. Ninguno es
mayor, pero uno de ellos decide someterse, voluntariamente, a la autoridad del
otro. A eso se refiere este término. Dios Padre y Dios Hijo son Eternos y ambos
preexisten, pero Cristo voluntariamente decide someterse a la voluntad del
Padre.
TEKNON se
refiere a un hijo engendrado biológica o espiritualmente.
El
error grave comienza cuando ellos (los TJ) usan, para referirse a Jesús, la
definición de HIJO tal y como se
conoce en la mayoría de los idiomas, que para el caso es TEKNON, pero no han notado que entre HUIOS y TEKNON existe una
diferencia abismal.
Evidencias que
confirman la divinidad de la Biblia
Se ofrecen dos
líneas de evidencia que apoyan la conclusión de que la Biblia es la Palabra de
Dios:
a. La evidencia interna. Son los hechos encontrados en
la propia Biblia, mismos que afirman y confirman su origen divino.
b.
La evidencia externa. Son los
hallazgos históricos e incluso arqueológicos que confirman su carácter
sobrenatural y que además concuerdan con lo escrito en la Biblia. La misma
naturaleza declara de forma contundente que la Biblia proviene de su Creador.
a. EVIDENCIA INTERNA
En muchos pasajes
la Biblia declara o afirma por sí misma ser la Palabra de Dios:
A. T. (Antiguo Testamento)
Dt. 6:4-9, Jos.
1:8; 2 S. 22:31; Sal. 19:7-11, 119; Is. 55:10-11; Jer. 15:16; 23:29; Dn. 10:21;
N. T. (Nuevo Testamento)
Mr. 13:31; Jn.
2:22; 5:24; Ro. 10:17; 1 Co. 2:13; Col. 3:16; 1 Ts. 2:13; 2 Ti. 3:15-17; 1
P.1:23-25; 2 P. 3:15-16; Ap. 1:2.
Los escritores del
A. T., los del N. T. y el propio Señor Jesucristo afirmaban categóricamente que
la Biblia es la inspirada Palabra de
Dios. Aunado a esto, la Biblia deja rastros por todas partes de la venida
del Mesías (Gn. 3:15; Dt. 18:15; Is. 42:1; Mt. 1:1; Jn. 5:39; Jn. 20:30, 31; 1
Co. 2:2; He. 3:1; Ap. 1:1-2.)
El Salmo
19:7-11 declara que la Biblia es ciertamente la Palabra del Señor, y nombra
seis perfecciones, con sus seis correspondientes transformaciones de carácter
humano, que la Palabra cumple.
En Hebreos 1:1-2,
no solamente se afirma que Dios habló en el Antiguo Testamento a los profetas
con palabra de Dios, sino que también lo hizo Su Hijo en el Nuevo Testamento.
b. EVIDENCIA EXTERNA
La Biblia no sólo
afirma y reclama para sí el ser la Palabra de Dios, sino que apoya estas
afirmaciones por abundantes evidencias que han convencido con frecuencia
incluso a los lectores más escépticos.
1.
La continuidad de la Biblia. Uno de los más sorprendentes y extraordinarios hechos respecto a las Escrituras es que, aunque fueron escritas por más de cuarenta autores que vivieron a lo largo de un período de más de 1,600 años. Sus autores proceden
de los más diversos lugares y situaciones de la vida; hay reyes, campesinos,
filósofos, hombres de Estado, pescadores, médicos, eruditos, poetas y
agricultores. Vivieron en diferentes culturas, en diferentes experiencias
existenciales, y con frecuencia fueron completamente distintos en carácter. La
Biblia tiene una continuidad impresionante
que puede ser observada desde el Génesis hasta el Apocalipsis.
2.
La extensión de la revelación bíblica. En su manifestación de la Verdad, la Biblia es inextinguible. Al igual
que un telescopio, se adentra en el
universo desde las infinitas alturas y profundidades de los cielos, hasta la
tremenda hondura del infierno y capta las obras de Dios desde el principio
hasta el fin. Como un microscopio,
revela los más diminutos detalles del plan y el propósito de Dios y la
perfectísima obra de la creación. Al igual que un estereoscopio, sitúa a todos los seres y objetos, tanto si están en
los cielos como en la tierra, en correcta relación, los unos con los otros.
3.
La influencia y publicación de la Biblia. Ningún otro libro
ha sido jamás publicado en tantas lenguas e idiomas, por y para tan
diferentes pueblos y culturas, como
la propia Biblia. Sus páginas están entre las primeras que fueron impresas
cuando se inventaron las prensas de la moderna imprenta. Millones de copias de
la Escritura han sido publicadas en todas las principales lenguas del mundo, y no hay una sola lengua escrita que no
tenga, al menos, una porción impresa de la Biblia.
Aunque los escépticos, como el francés Voltaire, infiel y herético,
han predicho con frecuencia que la Biblia quedaría relegada al olvido en el
paso de una generación, e incluso autores del siglo XX han pronosticado que la
Biblia pronto sería un libro olvidado, lo cierto es que la Biblia continúa publicándose en número creciente y en mayor
número de lenguas que antes.
Dato curioso: Voltaire (ateo y escarnecedor de
la Biblia) se burló de Isaac Newton (cristiano fiel y estudioso de la Biblia)
cuando Newton dijo que la humanidad se habría acercado al fin de sus días una
vez que lograra desplazarse a más de 70 km/hr, a lo que Voltaire de forma
burlona dijo que si el hombre rebasaba esa velocidad se desintegraría. ¿Qué
diría Voltaire si viviera hoy y viera que un transbordador espacial se desplaza
a más de 30,000 km/hr?
4.
El contenido de la Biblia. En las profecías bíblicas se manifiesta la totalidad del programa divino para el mundo, para Israel y para la iglesia.
5.
La Biblia como literatura. Considerada como obra literaria, la Biblia es también algo supremo. No
solamente contiene la historia gráfica, sino la profecía en detalle, la más
bella poesía y el drama, relatos de amor y de guerra, las especulaciones de la
filosofía y cuanto se relaciona con la verdad bíblica.
6.
La autoridad sin prejuicios de la Biblia. El carácter humano
de los autores de la Biblia, carece de prejuicios en favor del hombre. La
Biblia registra y señala, sin vacilar, el pecado y la debilidad de los mejores
hombres, y advierte gráficamente a aquellos que confían en sus propias virtudes
de su condenación final.
7.
El carácter supremo de la Biblia. Por encima de todo lo dicho anteriormente, la Biblia es un libro
sobrenatural que revela la persona y la gloria de Dios manifestada en Su Hijo.
Tal persona, Jesucristo, jamás pudo haber sido la invención de un hombre
mortal, ya que Sus perfecciones nunca podrían haber sido comprendidas ni por
los hombres más sabios y santos de esta tierra. El supremo carácter de la
Biblia está apoyado por su revelación del carácter supremo en la persona de
Jesucristo.
Como consecuencia
de la combinación de las cualidades sobrenaturales y procedentes del hombre que
entran en la composición de la Biblia, puede observarse una similitud entre la Biblia como la Palabra escrita y el Señor
Jesucristo como el Verbo viviente. Ambas son sobrenaturales en origen,
presentando una mezcla inescrutable y perfecta de lo que es divino y de lo que
es humano. Ambas también ejercen un
poder de transformación sobre aquellos que creen, e igualmente permitido
por Dios como algo negativo y rechazado por los que no creen. Las revelaciones
que muestra son igualmente tan simples como la capacidad mental de un niño, y
tan complejas como los infinitos tesoros de la divina sabiduría y el divino
conocimiento, sostenidas por el Dios que las ha revelado.
Notas adicionales.
TARGUM =
Traducción del hebreo (poco usado en esa época) al arameo, realizado por los
targumim.
LXX =
Traducción del AT, del Hebreo-arameo al griego.
Kadish =
Oración más importante del judaísmo y significa La Santificación, y su
equivalente es el Padre Nuestro de Mateo 6: 9-13. El Padre Nuestro tiene los 7
pasos o preceptos del Kadish y Jesucristo lo cita en la oración al Padre.
El
NT es un libro hebreo escrito en el idioma griego.